Monday, October 17, 2005

LA ONÍRICA INQUIETANTE DE DAVID LYNCH

Por: Hugo Barbosa

Alguna vez a mediados de la década de los años ochenta tuve oportunidad de ver una película que al parecer tuvo poca difusión en México (era yo entonces un adolescente), había sido censurada por la crítica, y era promovida como una historia erótica más que como el thriller que en realidad resulta ser. Recuerdo que dentro de las imágenes iniciales, se podía ver un perfecto retrato del sueño americano idealizado en los suburbios con todo y bomberos; pero lo que en realidad recuerdo con lujo de detalle es la escena en la cual un joven que tira piedras a una botella, encuentra casualmente una horrible y amoratada oreja humana que guarda inmediatamente en una bolsa de papel para llevarla a la estación de policía y reportar el evento.

El nombre del personaje era Jeffrey Beaumont, el título del filme, Terciopelo Azul (Blue Velvet.1986), dirigido por David Lynch que previamente había dirigido magistralmente El Hombre Elefante (The Elephant Man. 1980) y Dunas (Dune. 1984), ambas exhibidas en las salas mexicanas y además, otros trabajos como Cabeza Borradora o, mejor dicho, Cabeza de Borrador (Eraserhead.1977); The Grandmother (1970) y The Alphabet (1968), éstos tres últimos probablemente fueron desconocidos hasta el nacimiento del video y la proliferación de películas piratas; a esas hubo que agregar la adaptación de la novela de Barry Gifford, Salvaje de Corazón (Wild at Heart. 1990) con Nicolas Cage y Laura Dern; Por el lado oscuro del camino (Lost Highway. 1996) con Bill Pullman, Patricia Arquette, Balthazar Getty en un guión co-escrito con Gifford; Una historia sencilla (The Straight Story. 1999); y la inolvidable serie de televisión Picos Gemelos (Twin Peaks. 1990) y su delirante precuela Picos Gemelos: El fuego camina conmigo (Twin Peaks: Fire Walk With Me. 1992).

El sello de Lynch es legible al instante, desde la musicalización y el uso del sonido, hasta los excéntricos personajes que han desfilado por sus trabajos. La violencia, el sexo, la muerte, el abuso de poder y las mujeres peligrosas han sido parte de las cosas que al parecer motivan a éste hombre a expresarse. Siendo amante de las novelas negras, su trabajo suele narrar las desventuras de antihéroes, en una mezcla que por lo regular avienta a uno o dos malhechores y los combina con un par de personajes salidos de alguna revista amarillista exótica de aquellas tan vendidas en nuestro país para satisfacer el morbo. Escatológico, voyeurista y visceral, pero también seguidor del cine clásico e influenciado por la pintura, posee fuertes conocimientos del lenguaje audiovisual, mostrándolo en un estilo que ha madurado a lo largo de su creciente producción artística. Sus imágenes, muchas veces relacionadas a la corriente expresionista, están vinculadas con atmósferas oscuras y cargadas de extrañases, que la mayor parte de las veces resultan inquietantes, perversas, y siempre cargadas de un intenso erotismo fetichista y cierta nostalgia por décadas pasadas de la cultura norteamericana; por filmes de antaño, y cabría mencionar que podría ser una más de todas las referencias audiovisuales de las cuales hace uso el amo del cine pop, Quentin Tarantino en Perros de Reserva (Reservoir Dogs. 1996).

Sorprende conocer que en realidad hablamos de un hombre culto y serio que rara vez utiliza una palabra altisonante, de quién se cuenta por ahí que siempre se encuentra ocupado con sus asuntos creativos; hay incluso la anécdota de alguien que se sorprendió al entrar a sus oficinas, lugar en el cual Lynch se encontraba trabajando en un delicado collage conformado por lápices empotrados al techo. Su trabajo como artista no es exclusivo del cine, y por el contrario, se expande hasta ramas como la música y las artes gráficas.

Cuidadoso constructor de sus películas, su más reciente estreno en nuestro país fue el de Sueños, Misterios y Secretos (Mulholland Drive. 2001), filme que lo hiciera acreedor a la Palma de Oro de aquel célebre festival francés. Dentro de él, podemos apreciar un estilo retomado de sus filmes anteriores, estilo que parece haberse refinado a través de las obras realizadas. Sin duda, la óptica con la que éste peculiar director narra sus historias es bizarra, en tanto a que apela a rincones de nuestra psique que pocas veces nos detenemos a analizar por miedo a descubrir como funcionan en realidad los complejos mecanismos de las mentes desequilibradas. Para algunos es un cine complejo y difícil de entender dada la construcción temporal mediante un lenguaje avanzado, que utiliza frecuentemente símbolos y sonidos para acrecentar las posibilidades de expresión. En realidad, más de uno ha disfrutado de su trabajo a lo largo de los años, muchos hemos tenido que ver sus películas una y otra vez, con la única y clara intención de comprenderlas, y nunca dejamos de sentirnos sorprendidos con el desfile de imágenes, situaciones y personajes que se proyectan en las películas de este Morfeo del Infierno, quien aún en las situaciones más extremas, encuentra una dosis de humor denso y muy oscuro para narrar eventos que de otra forma serían mucho más perturbadoras: Enanos que danzan en una sala de lo que podría ser el Hades, Investigadores que conversan con las víctimas de homicidios, esquizofrénicos de personalidades divididas, freaks que intentan llevar una vida marital, accidentados a mitad del desierto, padres dementes, mujeres desequilibradas, femmes fatales, vaqueros extravagantes a la mitad de Los Angeles, padrotes, asesinos, lesbianismo, pornografía, delincuencia, romance y sangre por litros, cabezas volando, cigarros en plano detalle, suegras que vuelan en escobas de un oscuro mundo de Oz, cadáveres en putrefacción, suicidios, vecinas libertinas, videntes, pandilleros, Perdita Durango, Nueva Orleans, familias disfuncionales, enfermedades extrañas, pistolas, cámaras de video, detectives corruptos, vecinas chismosas, Roy Orbison en español y a capella, Chris Isaak, Nine Inch Nails, David Bowie y los Smashing Pumpkins…. ¿Torcido retrato de la realidad o pesadilla de un hombre lleno de paranoias, miedos y patologías? No se debería juzgar, pues es en verdad un cine cargado de arte, y aquellos críticos que le echan tierra y cenizas, deberían de demostrar su sabiduría y desencriptar el contenido para poder entenderlo mejor.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home